Steve Jobs y el diseño Bauhaus


El creador de Apple y del Macintosh, que sin duda revolucionó la comunicación gráfica y la edición en las dos últimas décadas del siglo XX, era un seguidor incondicional de la estética y de la filosofía  de diseño de la Bauhaus.


También adoptó Jobs el minimalismo, "que le venía de su vocación por el zen y la sencillez", según escribe Walter Isaacson en su biografía de Steve Jobs: "Siempre he pensado que el budismo, y el budismo zen japonés en particular, tiene una estética magnífica", comentaba Jobs.


El famoso axioma de la Bauhaus, "la forma sigue a la función", Jobs la modificó y completó por "la forma sigue a la emoción". Para él, el diseño debía ser sencillo pero con un espíritu expresivo, y uno de los elementos clave que se perseguían en el diseño de Apple era conseguir que los productos fueran instintivamente fáciles de utilizar. Lo consiguió y creó una forma de trabajo que condicionó sin duda a todo lo que vino después. Ya en el texto del primer folleto editado por Apple figuraba este slogan: "La sencillez es la máxima sofisticación".




HERBERT BAYER


Cuenta Isaacson en su bestseller que fue en Aspen, donde el joven Steve Jobs entró en contacto con la filosofía de diseño claro y funcional del movimiento Bauhaus, personificado por Herbert Bayer, profesor de esa escuela alemana y que posteriormente emigró a Estados Unidos para continuar el legado Bauhaus. Allí, en el campus del Instituto Aspen, Jobs se quedó fascinado con esa estética que lo invadía todo, desde los edificios o los muebles hasta los tipos de letra lineales de los mensajes gráficos y las señalizaciones.





CALIGRAFÍA Y TIPOGRAFÍA


Otros aspectos de los gustos y aficiones personales de Jobs en su juventud, como eran la caligrafía y la tipografía, también ejercieron una gran influencia en el desarrollo del Mac y de la llamada autoedición.


Aquellas primeras fuentes del ordenador Macintosh incluidas en su sistema operativo, así como las impresoras laser, el lenguaje postscript o las iniciales versiones de los programas de auto edición, como Aldus PageMaker, fueron la base para crear y desarrollar la nueva industria de la edición, que sustituyó a las herramientas tradicionales (linotipia, fotocomposición, fotolitos, fotomecánica...) por la edición digital.